Con una estructura similar a unas cuerdas, los tendones son la parte final de los músculos y son los tejidos que nos permiten doblar y estirar las rodillas. Como consecuencia de movimientos repetitivos que exceden su normal funcionamiento, los tendones pueden inflamarse y producir dolor en las rodillas, el cual aumenta con los movimientos durante la marcha y producen limitaciones parciales para cualquier actividad física o ejercicio.